El porque de mis preguntas, las respuestas de las mismas. Mis dolores de cabeza y mis lágrimas espesas. La terrible desorientación. Todo eso se resume a vos. El triste sabor amargo de estar sin vos. Me acostumbre a necesitarte y que no estés para mi, así que no es nada nuevo esto que siento. Pero el enojo, la rabia, la ira, el resentimiento, y toda esa basura que llevo adentro, me esta pudriéndo. Ese enojo que corre por mis venas, por así decirlo, me esta ahogando, pero hablar con vos, me hace darme cuenta de que menos te necesito y que mas me lastimas. Soy una masoquista. Y de las mejores. Te guardo tanto pero tanto rencor. Cambie, ya no soy la nena que te buscaba hasta por debajo de la cama, ya no mas esa que pedía a los gritos que vinieras a socorrerla, que vinieras a abrazarla y sacarle todas las preocupaciones de encima. Cambie, gracias a vos.
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